Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Corintios 7, 20-34

20 Que permanezca cada cual tal como le halló la llamada de Dios.

21 ¿Eras esclavo cuando fuiste llamado? No te preocupes. Y aunque
puedas hacerte libre, aprovecha más bien tu condición de esclavo.


22 Pues el que recibió la llamada del Señor siendo esclavo, es un
liberto del Señor; igualmente, el que era libre cuando recibió la llamada, es
un esclavo de Cristo.

23 ¡Habéis sido bien comprados! No os hagáis esclavos de los
hombres.

24 Hermanos, permanezca cada cual ante Dios en el estado en que fue
llamado.

25 Acerca de la virginidad no tengo precepto del Señor. Doy, no
obstante, un consejo, como quien, por la misericordia de Dios, es digno de
crédito.

26 Por tanto, pienso que es cosa buena, a causa de la necesidad
presente, quedarse el hombre así.

27 ¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿No estás
unido a mujer? No la busques.

28 Mas, si te casas, no pecas. Y, si la joven se casa, no peca.
Pero
todos ellos tendrán su tribulación en la carne, que yo quisiera evitaros.

29 Os digo, pues, hermanos: El tiempo es corto. Por tanto, los que
tienen mujer, vivan como si no la tuviesen.

30 Los que lloran, como si no llorasen. Los que están alegres, como si
no lo estuviesen. Los que compran, como si no poseyesen.

31 Los que disfrutan del mundo, como si no disfrutasen. Porque la
apariencia de este mundo pasa.

32 Yo os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa
de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor.

33 El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a
su mujer;

34 está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la
doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en
el espíritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de
cómo
agradar a su marido.